jueves, 15 de septiembre de 2011

Harry Potter y el prisionero de Azkaban

Es el tercer libro del ciclo novelístico Harry Potter escrito por J. K. Rowling.
El verano se acerca a su fin y encuentra a Harry Potter de 13 años en la casa de sus tíos, los Dursley. Pero luego de un incidente en que el muchacho no logra controlar su temperamento y hechiza a una visitante –Marge, la hermana de Vernon Dursley–, el muchacho huye a bordo del Autobús Noctámbulo rumbo a Londres. Así se entera de la noticia que mantiene en vilo al mundo mágico: un peligroso asesino ha burlado a los carceleros de Azkaban y se ha dado a la fuga.
Tras refugiarse en la taberna El Caldero Chorreante, se reencuentra, al cabo de unos días, con sus amigos Hermione Granger y Ron Weasley, quien se hospeda junto a su familia en el lugar. Pese a la renuencia de su esposa, Arthur Weasley decide poner al tanto a Harry de la relación que existe entre él y el fugitivo Sirius Black: Black estuvo entre las filas del innombrable Lord Voldemort durante la plenitud de su poder y el motivo de su huida es, aparentemente, asesinar a Harry para propiciar el retorno de su amo.
El tren que lleva a los alumnos al Colegio Hogwarts es afrontado por unas criaturas tenebrosas, los dementores, que el Ministerio de Magia ha enviado para custodiar los accesos al instituto. El director Albus Dumbledore advierte a los alumnos en el banquete de bienvenida que no propicien situaciones que despierten la furia de las criaturas, ya que su ira es implacable. Pero los dementores desarrollan un particular interés por Harry y lo atacan durante un partido de quidditch;[N. 1] por ello, Remus Lupin, nuevo docente de Defensa contra las Artes Oscuras, decide enseñarle el encantamiento patronus que le permitirá defenderse de sus atacantes.
Pero Lupin guarda un secreto que lo vincula a Sirius Black y a una de las víctimas de este último, Peter Pettigrew:[N. 2] todos ellos fueron compañeros de escuela y amigos de los Potter, y durante la Primera Guerra contra Voldemort los ayudaron a esconderse del brujo tenebroso. Sin embargo, como Harry descubre en una excursión oculta a la villa de Hogsmeade, Black traicionó al matrimonio y los entregó al Innombrable propiciando el homicidio que dejó huérfano a Harry. El muchacho, enrrabietado por la ira, jura matar a Black cuando lo encuentre.
Los malos presagios que anticipan el peligro se suceden, incluyendo al grim –un perro negro espectral que ronda el colegio– y la predicción de la profesora Trelawney sobre el regreso de Voldemort;[N. 3] finalmente el encuentro se produce cuando Harry, Ron y Hermione son atraídos a la Casa de los gritos. Allí, donde también se reúnen Lupin y Severus Snape, se revela que el verdadero traidor de los Potter fue Peter Pettigrew; éste había permanecido escondido bajo la forma de Scabbers, la rata de Ron, gracias a sus dotes de animago.[N. 4] Esa misma apariencia produce que se lo confunda con el perro espectral que anuncia la muerte. Con la aparición y captura de este último, Harry comienza a confiar en Sirius quien resulta ser su padrino.
Pero la inocencia del prófugo no puede probarse; cuando el grupo se dirige a Hogwarts para entregar a Pettigrew, Lupin, quien sufre de licantropía, se transforma en hombre lobo y al mismo tiempo los dementores los atacan debilitándolos hasta perder el conocimiento. Antes de desmayarse, Harry ve que alguien ahuyenta a las criaturas con un patronus.
Siguiendo los consejos de Dumbledore, Harry y Hermione utilizan un artefacto que les permite retroceder unas horas en el tiempo para ayudar a que Black eluda la pena capital a que lo ha sentenciado el Ministerio. Así, los jóvenes liberan a un hipogrifo y, montado en su lomo, Black consigue huir prometiendo a Harry que volverán a verse pronto

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